martes, 23 de septiembre de 2014

MARCEL KEMADJOU. Poesía Actual de Camerún



Marcel Kemadjou. (Camerún). Nació en Duala en 1970, ciudad en la cual actualmente vive y trabaja. Es mercero de profesión, tiene su local en el mercado popular de Mboppi en Douala; Coordinador de la asociación Libro Abierto y del Festival Internacional de Poesía 3V, desde 2007 reúne anualmente a poetas, artistas visuales y músicos sobre un mismo escenario de encuentros e intercambios. Habla y escribe el Medumba, el francés, el inglés y el español. Igualmente ejerce como traductor literario. Publicó varios libros de poesía, tanto individualmente como en antologías. También es cronista y participó en numerosos festivales en África y América Latina.

Traducción por Soraya Mendía Gutiérrez


Diez palabras para cantar los orígenes
(fragmento)







3

He aquí el momento de aceptar la ofrenda de la fuente. Es feliz de brotar al canto de la codorniz. La hierba muerta acepta la inmovilización de los pasos en un susurro monótono. Las ramas del árbol están cargadas de agua que bajan para regar los rostros del rocío.
Y el poeta llega en el centro del bosque sagrado. Hay un árbol. Un árbol que el cielo pide prestado para descender sobre la tierra; un árbol del que la tierra se sirve para lanzarse sobre la cama del cielo. El poeta ofrece el aceite que lubrica a los mundos y les permite bailar, él ofrece el vino que abre los ojos que se encuentran detrás la cabeza y se entera de que la fuente es la puerta que se vincula entre los dos mundos.
La mañana abre el ojo congelado por los ritos. Una puerta se abrió por donde el sol se ofrecía a la tierra y el poeta no puede impedirse el ofrecer a su vez su primera sonrisa a cambio del rayo de alegría que su corazón acaba de aclamar.

Queda recorrer el valle de dioses, el jugar donde las mariposas robaron a las flores los secretos de su belleza para empapar sus alas. El agua desciende de la montaña con murmullos graciosos. La fuente es la mensajera de los silencios que se hacen palabra, la mensajera de las palabras mudas que se hacen canto.





domingo, 14 de septiembre de 2014

EDMOND F. NGAGOUM. POESÍA ACTUAL DE CAMERÚN



Edmond François NGAGOUM (Cameroum, 1987). Estudiante, escribe cada día inspirándose en la rica Historia del continente africano. Sus  influencias son numerosas y compartidas. Futurista de sentimiento, se pregunta sobre los cambios actuales de la sociedad y observa atentamente la escena política en su país Camerún. Obras: Cánticos Juveniles, 2013 Editorial Edilivre, El yo que habla, 2014 Editorial Edilivre. La muchacha que me hace daño (inédito).

Traducción del francés al castellano por Soraya Mendía Gutiérrez.





Idilio…


El sol tiene una capa azul
Cubre a la ruidosa ciudad
Y su color amarillento tiñó el cráneo
Reluciente de la muchedumbre,
Inmensa multitud grisácea se apretuja en la calle
Como las gaviotas de un amanecer  primaveral.

Las golondrinas están selladas de un silencio mortuorio
El himno cacofónico de una ciudad que desde hace mucho tiempo
Sufre diariamente en busca del pan de vida.

Y bajo un pálido torbellino de papel
Se me apareció una fina silueta
Tan fina, fina y graciosa
Como los cantos imprecisos de los mamíferos en gestación.

El sol brilló aún más
Y el tiempo suspendió su curso,
Mi respiración se fue, tranquila, segura y luego
Definitivamente.

Mi pobre corazón perdió energía
Y una traidora gota de sudor se deslizó
Por mi cara enamorada.

Ella, mi fina silueta patinó
En el lodo de mis sueños
Para hundirse en mi busto Shakesperiano

Por un segundo infinito, traté de ocultar mi torpeza
Y tosí mi pulmón polvoriento…
Vi soñar despierto la cena donde se maldicen los Hombres
Seríamos el deseo de los Dioses…
Cantaré al amor
Con la fuerza de mil provocadoras amazonas.

Pero cuando la lucidez vino nuevamente en mí,
La bella silueta desapareció!

Las nobles historias tienen guirnaldas,
Pero las nuestras son una quimera.
Mi bella gitana núbil,
En esta vida de miseria
A donde llevaste mi idilio lunático?




Acrósticos como Herman Ntoka


Ven  a mí
Amigo (a)… Vivir el romance que hoy es un suplicio, porque
La pareja dentro de su alfabeto le falta el igual. El amor
Está maltratando a los jóvenes
No existe que para recordar que el
Tocarse, acariciarse es importante
Ignoras que
Nosotros vivimos la civilización de concreto?

En donde las infecciones y otras extrañezas
Sexualmente
Transmisible se producen bien en nuestra época
A pesar  de los consejos.
En quién quejarse puesto que
No tenemos padres
Abriremos la idea del sacrificio?
Mantendremos el conocimiento reflexivo
O mostraremos la superficial herida
Recordando que, el universo juvenil se desnuda 
Automáticamente, siendo todos adeptos de pornoworld.
De que compadecerse entonces?  Energías perdidas que
Oprimen todos esos amoríos temporales…
De que compadecerse entonces? 
Energías perdidas…

Dirán que somos
Idealistas?  Pero
En realidad, cambiar a veces los esquemas
Uniformes de la verdad permite domesticar nuestra
Decepción. Los hombres son
Obnubilados por una odisea que
No se repite!  El amor no puede forzarse. Pero
No te ilusiones. El músculo ayuda a
Experimentar, a sentir lo superficial de un esperar el día para derramar lágrimas.
Esther es una muchacha bien, al igual que todas las que tienen la "e" en su nombre…





Místicos…


Si me pidieran formular tres deseos…
El primero sería para el Hombre Chamite
Quién sabe leer con la belleza del  verbo la línea de un  mañana incierto
Y que sonríe con el corazón al prójimo, por el simple placer del gesto
El segundo sería por tu Historia, madre-África
Tú que llenas mis días de alegría
Y mis noches de silencios tropicales
A pesar del ruido de las capitales
Dónde se reúnen las transparencias de los sueños

El tercero sería para mi Tierra, África
Quién por sí sola alimenta a la humanidad entera
Y  pronto sus nuevos mil millones de inquilinos

En realidad… si se me pidiera formular tres deseos,
Los pediría para ti, Provincia del África
Tú, mi  más noble ideal





Para entrar…

Si vienes del…
Lado donde se oculta  el sol tardío
Verás de lejos la lámpara
Que alumbra y que vigila…

Entonces acércate
Extranjero cansado
Deshazte de los dolores del mundo
Y abre tu corazón al viento fresco que viene de Tanganyika

Purifica tus falanges en los bordes del arroyo centenario
Que pasa por las limas de la concesión
Y cubre el lado de la tierra andada
Para lanzar semillas de esperanza

Esperando que pase la temporada
Al refugio de un mundo cien veces amargado
No pruebes los dátiles sagrados
Sin lanzar las semillas de la esperanza
Siempre ha sido así

Y allá solamente, busca
Una mulata
Para engrasarte la panza
Marcarte en la membrana umbilical tu nombre
Y mantenerte en calor
Cuando en invierno será lento el morir

Ves?  La vida en mi casa
Es  tranquila y cierta
No permanezcas al margen de los ecos hirientes del mundo
Y no sueñes que todo será tan fácil

La lluvia no caerá y la cosecha tardía será frágil
Pero encontraras en otro un hombro donde apoyarte
Y en su corazón alguna esperanza para revivir




                                                                                        de Mi yo que habla



       
Vendrás…


mucho tiempo después que  yo
Y te encontrarás de pie, sonriendo
Como un infeliz en África
Que vive arrodillado sobre una  protuberancia de cemento
Vendrás hijo mío
A esta tierra
Y como yo voltearas   
La mirada hacia el siguiente día nublado

Que nulo discurso viene
A golpear esta dura y triste realidad
Que se asemeja a un medicamento

Nuestra tierra a la que amo
Por encima de todo
Penosamente está marcada
África es un mundo mágico
Más allá de todas tus esperanzas
Y de todos tus pensamientos
La naturaleza viva se extiende
De un polo al otro
Y las alegrías de la vida se encuentran colocadas
En nuestras cunas a partir de nuestro nacimiento. 

África es bella
Bella por sus Hombres
Y sus tierras, demasiado bella.

Pero no impide el amarla. 

Ama a nuestra patria con todas tus fuerzas
Amala en lo más profundo de tu piel
Sueña con ella relumbrante
Como las gotas del Nilo
En período de alegría





Camila


Mi preciosa Camila
Te encontraré mañana al amanecer?
Seré recibido por tu primogénita?

Dónde me hará sentar, en el porche?
En la esperanza de esperar lo inexistente

Habrás tomado el tren?
Para irte a esa alejada región,
En búsqueda de la felicidad que nos rechazaron!

Y mi amor por ti
Y mi estancia en ti
No era más que un presagio?
Oh! tan pronto has olvidado 

Bajo este mismo eucalipto, te vivo
Tu gracia me conquistó y me avivó el deseo
Tu suave piel de ébano y tus pulposos labios se reflejaron al diapasón
Entonces quería gritar,
Pero más bien oré.

La Monzón y el viento matinal del amor juvenil se reunieron
Profundamente, de manera natural e inocente
Pero Camila con una mirada de momia
Le veo un deseo,
De abandonarme, de dejarme,
Pero esta aspiración que tenemos millares de jóvenes,
Este deseo de huir, este deseo de partir.


A donde quieren ir? Nos preguntarían nuestros ancestros
Qué en este mundo tan triste
Será más reconfortante que el amor?

Qué es lo más noble para que sea necesario el arriesgarlo todo,
Incluso la gran felicidad de ser tiernamente amado!
           



                                                        de Cánticos Juveniles





Mamá, cuéntame una historia


Cuéntame una historia alrededor del fuego
Para conmoverme  y dormirme.
Una de esas epopeyas fabulosas
Que son las de mis abuelos y sus antepasados.

Cuéntame una historia que me enriquecerá
Y me guiará. Una de esas historias
Que calman la brasa brillante del fuego,
Que reconfortan los fantasmas de las obsesiones
Que se dibujan sobre las paredes de la cabaña.

Mamá, háblame de tu infancia, de
Tu país. De las calles que te vieron crecer,
De las canciones que aprendiste.

El leñador mide el gran árbol,
Y nadie puede hacerlo mejor que tu.
Háblame de esas guerras que fertilizaron con sangre
El triste suelo.
Sangre de cabra
Sangre de traidor  
Sangre de sacerdote
Sangre roja como el río.
Sangre de hombres inactivos,
Que defendieron los deseos efímeros y materiales.

Eran hermanos, los que fueron nuestros padres
Iban más allá del horizonte, armados de valor
Llevados por el viento.
Esas guerras de honores y entrañas,
De libertad y de esperanza.
Expiraron las armas en mano, la patria en corazón.

Háblame de esos héroes, háblame Mamá,

Tú que los has conocido bien.
Sóplame algo para decirles a los antepasados
Para que ellos me acepten,
Y cualquier cosa para dejarles a los hijos,
Pobres niños.
Pobres infelices, si supieran, vivir para otros, toda una vida.
Mamá, cuéntame de donde viene el arcoíris.
Que es ese lugar de donde venimos y a dónde van los muertos. 
Háblame de esas ciudades que fueron
Bosques y ciénagas,
De esa naturaleza pasible,
Del bosque tranquilo,
Del agua que pasa,
Del pájaro que silba,
De la planta que florece,
Y de las frutas que caen.

Háblame incluso de tus sueños,
Y de esas Máscaras
Cuéntame una historia de vacas, de leones y
De dinosaurios. Háblame de insectos,
De todas esas cosas que dan a esta
Triste vida un sentido.
   
Háblame de moral
Háblame de la vida de la comunidad
Háblame de mujeres y de muchachas desnudas.

Llévame más allá de los arroyos
Y de los valles,
Dónde el eco ruidoso de la paloma embriaga
A el viajero y le ofrece una percha.

Mamá dame, un poco de esa
Sabiduría que te dejaron los ancestros. 



                                                                   de Canticos Juveniles