NEOÁFRICAS:
poesía reciente
Antología
Compilación,
selección y prólogo
Gladys
Mendía
Traducción
del portugués al castellano: Gladys Mendía
Traducción
del francés al castellano: Soraya Mendía
PRÓLOGO
La presente antología de poesía africana
reciente, es el resultado de años de investigación. Inicia en el 2010 cuando
viajo a Camerún al Festival de Poesía 3V en Douala. El Festival 3V es una
iniciativa del escritor y traductor Marcel Kemadjou, quien este 2020 cumple catorce
años de unir voces de diferentes partes del mundo, además de juntar cultores y
artistas en general. Al llegar de regreso a Santiago de Chile, surge la idea de
hacer un blog llamado Nuestráfrica, que luego pasa a llamarse Neoáfricas, donde
publicar periódicamente a escritores emergentes para darles visibilidad
internacional.
Marcel y yo nos planteamos hacer una
primera antología que diera cuenta de los poetas que consideramos representativos
de ambos continentes, quince de cada uno con diversidad temática y de estilo.
La dificultad de contactar con los poetas de distintos países de África se hizo
evidente. Empezando porque no existen redes de poetas como sí tenemos en el
nuestro desde hace años. Hay muy pocas editoriales independientes por no decir
que no hay y los escritores buscan publicar (en primera instancia) en el país
de sus antiguas colonias financiadas por instituciones culturales en la mayoría
de los casos. A pocos les motiva publicar en nuestras tierras, aunque esto
últimamente está cambiando gracias a las redes sociales, medios de
comunicación, entre otros, que colaboran en el establecimiento de intercambios
y relaciones de trabajo mancomunado.
La compilación y selección dura cerca de
tres años con ayuda de varios amigos. Recopilamos la mayor cantidad de poemas
de diversos autores y seleccionamos uno de cada uno bajo los valores de
calidad, emoción y diversidad de voces con la idea de tener una amplia gama en
cuanto a fondo y forma capaz de seducir
tanto al público especializado como al general. La antología tiene como título
Brevísima Antología Arbitraria Me Une,
y forma parte de la colección de antologías Vamos a Brillar, mi amor de LP5
Editora y que por los momentos está en la red en forma de Blog.
A esto se suma la publicación de la
Colección de Poesía Actual Africana Nuestráfrica por LP5 Editora en formato
tríptico, cuya distribución ha sido gratis desde el año 2011.
Aquí intento mostrar menos poetas
(solamente ocho entre los treinta y los cincuenta años de vida) y más textos de
cada uno, de esta manera, el lector
podrá disfrutar en profundidad de cada una de las poéticas.
Ayagnigni Abdel Aziz (1981), es
musulmán nacido en Camerún; este es un
dato clave en su hacer, ya que él expresa la misión de transmitir un mensaje
positivo de su cultura religiosa, donde
no solamente hay conflictos y radicalismos. Tal es el poema La llamada, que
trata sobre la llamada al rezo varias veces al día:
paz
interior
armonía
exterior
del
desastre general
sinfonía
mayor
donde
se funde mi alma en una
alegría
galáctica
pulverizando
el miedo
Aziz usa un lenguaje llano, abierto,
cantándole a la naturaleza y a lo cotidiano.
Edmond Francois Ngagoum (1987), camerunés
de nacimiento, maneja una poética en tono clásico. Canta al amor, la
naturaleza, la vida en la ciudad y a su África amada, como se puede observar en
el poema Místicos:
Si
me pidieran formular tres deseos…
…
El
tercero sería para mi Tierra de África
Quien
por sí sola alimenta a la humanidad entera
Y
pronto sus nuevos millardos de inquilinos
En
realidad…si se me pidiera formular tres deseos,
Los
pediría para ti, Provincia del África
Tú,
mi más noble ideal
Francisco Guita Jr. (1964), de Mozambique,
lusófono. La realidad de la guerra, la muerte, la angustia, son algunos de sus
temas. Hay una profunda crítica ante el sistema imperante, bajo un lenguaje
simbólico. En el poema DIARIO DE ESPERANZA:
para
este diario de guerra
hay
lagunas donde el insomnio transborda
mas
mido
palmo
a palmo
poro
a poro
cada
pedazo de carne que ensucia el metal del alma
un
fusil un hombre
Marcel Kemadjou (1970), nacido en Camerún.
También escritor de narrativa. Usa la prosa poética abundante en hermosas
imágenes y claramente en búsqueda mística. En el poema Diez palabras para
cantar los orígenes, parte 3:
El
poeta ofrece el aceite que lubrica a los mundos y les permite bailar, él ofrece
el vino que abre los ojos que se encuentran detrás de la cabeza y se entera de
que la fuente es la puerta que se vincula entre los mundos.
…
La
fuente es la mensajera de los silencios que se hacen palabra, la mensajera de
las palabras mudas que se hacen canto.
Pierre La Paix (1987), también de Camerún,
trabaja la estética simbolista en su poética. Reflexiona sobre la vida, la
muerte, la amada. Además de una clara conciencia política y social, como se
puede ver en el poema Escenas de calle:
Fueron
vendidos, ensuciados,
Golpeados
y traicionados por la Calle.
Fueron,
tristes niños de la Calle.
Expulsados
de la calle de la vida,
¡Y
reanudados por la vida de la Calle!
Symplice B. Mvondo (1976), camerunés, realiza
también Slam Poetry. Plantea en su poética una reflexión sobre la vida, podría
hablarse de una poesía filosófica. Por una parte se reflexiona sobre la guerra
y sus horrores, por otro es la calle y el poeta errante, como se evidencia en
el poema El vagabundo de las calles tristes:
Soy
el sin techo
Sin
cama,
El
sin sol
Quien
está por las calles;
Soy
la mirada impaciente
Que
espía el horizonte,
La
voz
Que
llama en la noche…
Tania Tomé (1980), cantautora y poeta de
Mozambique. Por un lado, su poética es sensual, por otro, muestra la problemática
social de su país. Con un lenguaje siempre cercano a la oralidad y numerosos
neologismos, Tomé transmite la esencia de su país; como en el siguiente poema
largo Conversaciones con la sombra:
¿M´bique?
Sí, es la chica de mi vida.
Sabor
de cacana. Sabor amargo, pero que hace bien al alma,
Cúrame
de mí, aquel dolor de ser.
Sí,
con ella soy. ¿Soy?
Más
que un nombre,
Más
que una palabra nacida de la carne.
Soy
más con el cuerpo de ella sonriéndome.
Waldir Araújo (1971), es de Guiné-Bissau
(lusófono al igual que Tomé y Guita) aunque vive en Portugal desde la
adolescencia. Su poética reflexiona sobre el acto de la escritura, de la misma
forma que sobre el ser y su devenir. Junto a sus pares, canta al continente
madre, como en el poema África:
Son
muchas las riquezas que escondes
En
el fondo de tu misteriosa alma
Codicia
de reyes, Nobles y Condes
Pero
tu gran dolor nadie calma
La misión que me convoca es dar una entrada
a la poesía reciente de África, que el lector puede completar con la revisión
de la antología Me Une, los trípticos
de la colección Nuestráfrica y con el
blog Neoáfricas, mencionados anteriormente. Antes, debo aclarar que el trabajo
de investigación y difusión sigue. Aun hay mucho por descubrir y
transmitir, hay mucho hilo por tejer y
esta selección que hoy les presento es apenas un abrebocas de lo que
es la novísima africana, así que los invito a seguir atentos a nuevas
publicaciones cercanas en el tiempo.
Gladys Mendía
febrero de 2015
AYAGNIGNI ABDEL AZIZ (1981, Foumban, Camerún). Estudió en la Escuela Primaria de Bafoussam, la
secundaria en el Colegio Santo Thomas de Aquino y en el Colegio Liberman de Douala. Después de
pasar algunos años en Koweit, regresa a Camerún donde realizó estudios de
Marketing. Actualmente vive en Dubái donde trabaja. Fue uno de los
bachilleres que participó en el Primer Concurso Internacional de Poesía
“Patrice Kayo” creado por Matchadjé Yogolipaka. También se contó con su
participación en el Festival Internacional de Poesía 3V organizado por: Libro
Abierto y Arte Bakery en Diciembre 2007, 2008 y 2010. Es autor de la recopilación de poemas: Mal de Amor y del cuento “La historia de la tortuga que se
aburría”, este último a la espera de su publicación.
Antepenúltimo canto de un divertido cisne
Esta Unidad es un mundo en sí
Como tantos otros en otra parte
Como tantos otros en otra parte
La vida es un teatro te gusta decir
He jugado mi escena, ¿divertida aventura?
Me he inclinado bajo los vientos, ¿peligrosa
travesía?
Es tiempo de que fracase
Es tiempo de
“morir”
El corazón duda como una veleta
Creo en la providencia de un encuentro
Creo en la eternidad de un momento
Creo en la sinceridad de un sentimiento
He mantenido un idilio ilusorio
He arrastrado un dolor insoportable
He llevado una esperanza frágil
¿Puedes comprenderlo?
Lamentablemente solo las cifras hablan
Es tiempo para mí de eclipsarme
Con reverencia pero sin aclamaciones
Detrás de las cortinas de la indiferencia
Y la cuesta luminosa de la empatía
"Qué es lo que todavía dice”
Pero este último grito mágico
Puede desafiar la fatalidad
El frente crece hacia el futuro:
GRANDE SERÁ NUESTRA
ÁFRICA
La llamada
religiosamente la voz se expande
por el Alminar sobresaliente
para la comunión del pueblo en rezo
la llamada
como el murmullo de una sacudida
atraviesa con toda su potencia
mi piel sumisa y voluntaria
las ondas precursoras del vivo resplandor
de una acción luminosa
la historia deberá recordarse
intacta e inmortal
como un religioso al rezo
la voz expandida por el Alminar
encaramado a la altura de la estratósfera
a través de mi ser frágil y voluntario
en sacrificio ofrecido
voluntad purificada
voluntad fulminante
voluntad big bang
paz interior
armonía exterior
del desastre general
sinfonía mayor
dónde se funde mi alma en una alegría galáctica
pulverizando el miedo
como religioso al rezo
la voz se expande a la altura del cielo
para la
comunión de los corazones
con una
voluntad de tsunami
y una voz de huracán
llamo…
(ACH HADOU AL LA ILAHAH IL LAL LAH…)
Levantamiento de cuerpo
El cuerpo extendido tieso en el fondo del
pasillo
Hacíamos una cola curiosa para verlo
La cerveza aumentaba libre en el bar
Hacíamos
una cola alegre para beberla
Al hilo de las fértiles palabras
Y yo que tenía dolor de decir
Vi la
palabra evaporarse
De estos gestos manifiestos
Era una música repentina
Perceptible que brotaba
Del viento absurdo del antes
Muy repetidamente
Veía glorias iluminadas
Veía alegrías sublimes
Era la tierra fértil que recibía
El grano del movimiento
Dictamen terminado
Empujará inevitablemente este dócil corazón
Árbol de frutas dulces
Virtud y amor
Sol
Me gusta cantarle a tus alabanzas
Como a tu mano cerrada después del amanecer
Suave como la sonrisa de un niño
Sobre mi piel estremecida
Mi cara deslumbrada por tu luz intensa.
Me gusta cantarle a tus alabanzas
Bello sol
Cuando de la cima de tu apogeo
Tú nos asfixias y nos agobias
Con tus rayos de fuego
Que nos imponen la siesta:
Tú eres el rey del mediodía.
Me gusta cantar tus alabanzas
Tan afectuoso
Como una madre
Tú nos cubres con tus sedosas caricias
Al sabor del placer
Agradable aliento antes de acostarse
Y la noche y la noche Sol
Cuando el anochecer se anuncia
Cuando los pájaros alegres se agrupan
Vuelan en el cielo pálido
Me gusta cantar tus alabanzas
Antes de ocultarte
Y de un último movimiento de poesía
Coloreas el horizonte nublado
De una candorosa acuarela anaranjada.
Mañana aún estaré a tiempo
A partir del amanecer mi mirada hacia el Este
Expiando la aparición recomendada de tu oro
celestial.
La subida
Hay silencio en mi universo hace frío en mi ser
hay soledad dentro de mi vida hay oscuridad en mi destino, cuando suba yo no sé
cuan extenso será el querer una bonita compasión, tibia y tranquilizante, suave
y encantadora, remonta la brisa generosa de tu amor.
Un nuevo amanecer.
EDMOND FRANCOIS NGAGOUM
(Cameroum, 1987). Estudiante,
escribe cada día inspirándose en la rica Historia del continente africano.
Sus influencias son numerosas y
compartidas. Futurista de sentimiento, se pregunta sobre los cambios actuales
de la sociedad y observa atentamente la escena política en su país Camerún.
Obras: Canticos Juveniles, 2013
Editorial Edilivre, El yo que habla,
2014 Editorial Edilivre. La muchacha que
me hace daño (inédito).
Texto inédito
Lirismo para un tulipán…
¿Qué es pues
Esta angustia que envuelve
Y que obstruye mi masculinidad
Bajo una sombra de pensamiento íntimo?
¿Qué es pues esta tierra
Que nos une diferentemente
Y que sufre de letargo
Bajo una cubierta de plomo rojizo?
El poema se niega a excluir en mí
Tu imagen de vaselina,
Me convierto entonces en prisionero
De la cumbre de los sermones
Imploro a Afrodita…
Sobrevuélenme, prueba de sentimientos
Ustedes esperan de otra parte a los corazones
vibrantes
Y pueden ignorar a un indeciso
Que se aisló del amor
¿Qué es pues este tiempo
En que todo se compra?
Texto inédito
Idilio…
El sol tiene una capa azul
Cubre a la ruidosa ciudad
Y su color amarillento tiñó el cráneo
Reluciente de la muchedumbre,
Inmensa multitud grisácea se apretuja en la
calle
Como las gaviotas de un amanecer primaveral.
Las golondrinas están selladas con un silencio
mortuorio
El himno cacofónico de una ciudad que desde hace
mucho tiempo
Se aporrea diariamente en busca del pan para
vivir.
Y bajo un pálido torbellino de papel
Se me apareció una fina silueta
Tan fina, fina y graciosa
Como los cantos imprecisos de los mamíferos en
gestación.
El sol brilló aún más
Y el tiempo suspendió su curso,
Mi respiración se fue, tranquila, segura y
luego
Definitivamente.
Mi pobre corazón careció de energía
Y una traidora gota de sudor goteó
Sobre mi cara enamorada.
Ella, mi fina silueta patinó
En el lodo de mis sueños
Para hundirse en mi busto Shakesperiano
Por un segundo infinito, traté de ocultar mi
torpeza
Y tosí mi pulmón polvoriento…
Vi soñar despierto la cena donde se maldicen
los Hombres
Seríamos el deseo de los Dioses…
Cantaré al amor
Con la fuerza de mil provocadoras amazonas.
Pero cuando la lucidez vino regresó a mí,
¡La bonita silueta desapareció!
Las nobles historias tienen guirnaldas,
Pero las nuestras son una quimera.
Mi bella gitana núbil,
En esta vida de miseria
¿A dónde llevaste mi idilio lunático?
de El yo
que habla
Místicos…
Si me pidieran formular tres deseos…
El primero sería para el Hombre Chamite
Quien sabe leer con la belleza del verbo la
línea de un mañana incierto
Y que
sonríe con el corazón al prójimo, por el simple placer del gesto
El segundo sería por tu Historia,
madre-África
Tú que llenas mis días de alegría
Y mis noches de silencios tropicales
A pesar del ruido de las capitales
Dónde se reúnen las transparencias de los
sueños
El tercero sería para mi Tierra de África
Quién por sí sola alimenta a la humanidad
entera
Y pronto
sus nuevos millardos de inquilinos
En realidad… si se me pidiera formular tres
deseos,
Los pediría para ti, Provincia del África
Tú, mi
más noble ideal
de Mi yo que habla
Para entrar…
Si vienes del poniente…
Lugar donde se oculta el sol tardío
Verás de lejos la lámpara
Que alumbra y que vigila…
Entonces acércate
Extranjero cansado
Deshazte de los dolores del mundo
Y abre tu corazón al viento fresco que viene de
Tanganyika
Purifica tus falanges en los bordes del arroyo
centenario
Que pasa por las limas de la concesión
Y cubre el lado de la tierra andada
Para lanzar semillas de esperanza
Esperando que pase la temporada
Al refugio de un mundo cien veces amargado
No pruebes los dátiles sagrados
Sin lanzar las semillas de la esperanza
Siempre ha sido así
Y allá solamente, busca
Una mulata
Para engrasarte la panza
Marcarte en la membrana umbilical tu nombre
Y mantenerte en calor
Cuando en invierno será lento el morir
¿Ves? La vida en mi casa
Es tranquila y cierta
No permanezcas al margen de los ecos hirientes
del mundo
Y no sueñes que todo será tan fácil
La lluvia no caerá y la cosecha tardía será
frágil
Pero encontrarás en otro, un hombro donde
apoyarte
Y en su corazón alguna esperanza para revivir
de Cánticos
juveniles
Mamá, cuéntame una
historia
Cuéntame una historia alrededor del fuego
Para conmoverme y dormirme.
Una de esas epopeyas fabulosas
Que son las de mis abuelos y sus antepasados.
Cuéntame una historia que me enriquecerá
Y me guiará. Una de esas historias
Que calman la brasa brillante del fuego,
Que reconfortan los fantasmas de las obsesiones
Que se dibujan sobre las paredes de la cabaña.
Mamá, háblame de tu infancia, de
Tu país. De las calles que te vieron crecer,
De las canciones que aprendiste.
El leñador mide el gran árbol,
Y nadie puede hacerlo mejor que tú.
Háblame de esas guerras que fertilizaron con
sangre
El triste suelo.
Sangre de cabra
Sangre de traidor
Sangre de sacerdote
Sangre roja como el río.
Sangre de hombres inactivos,
Que defendieron los deseos efímeros y
materiales.
Eran hermanos, los que fueron nuestros padres
Iban más allá del horizonte, armados de valor
Llevados por el viento.
Esas guerras de honores y entrañas,
De libertad y de esperanza.
Expiraron las armas en mano, la patria en
corazón.
Háblame de esos héroes, háblame Mamá,
Tú que los has conocido bien.
Sóplame algo para decirles a los antepasados
Para que ellos me acepten,
Y cualquier cosa para dejarles a los hijos,
Pobres niños.
Pobres infelices,
si supieran, vivir para otros, toda una vida.
Mamá, cuéntame de donde viene el arcoíris.
¿Qué es ese lugar de donde venimos y a dónde
van los muertos?.
Háblame de esas ciudades que fueron
Bosques y ciénagas,
De esa naturaleza pasible,
Del bosque tranquilo,
Del agua que pasa,
Del pájaro que silba,
De la planta que florece,
Y de las frutas que caen.
Háblame incluso de tus sueños,
Y de esas Máscaras
Cuéntame una historia de vacas, de leones y
De dinosaurios. Háblame de insectos,
De todas esas cosas que dan a esta
Triste vida un sentido.
Háblame de moral
Háblame de la vida de la comunidad
Háblame de mujeres y de muchachas desnudas.
Llévame más allá de los arroyos
Y de los valles,
Dónde el eco ruidoso de la paloma embriaga
A el viajero y le ofrece una percha.
Mamá dame, un poco de esa
Sabiduría que te dejaron los ancestros.
FRANCISCO GUITA Jr. (Inhambane, Mozambique, 1964).
Inició su actividad literaria en Xiphefo, Cuaderno Literario, en 1987, del que
es miembro fundador. Es profesor de Lengua Portuguesa en su tierra natal.
Empieza sus publicaciones en 1997 con el libro de poesía El ahora y el después de las cosas (Ed. AEMO –Asociación de
Escritores de Mozambique). En el 2000 publica De las ganas y de Partir (Premio Rui de Noronha –FUNDAC, 1999) y Brasas (1 premio de Poesía TDM
–Telecomunicaciones de Mozambique, 2001) por la editorial Caminho y Editorial
Ndjira, respectivamente. Y también Los
aromas esenciales, por Ediciones Baile de Sol, Islas Canarias, n-1 de la
colección África. Tiene textos dispersos en diarios y revistas nacionales y
extranjeros. Está en las antologías: Rostros
de la Lengua, Antología Breve Literatura
de Mozambique. En Lusofon
Antologi/Fem Kulturer – ett Sprak (Suecia), Imagen pasa Palabra (Portugal), Más
nunca es Sábado (Portugal), Poesía
Siempre, 23 (Brasil), Hotel, VerMar, antología bilingüe Alemán-Portugués, Diccionario Amoroso de la Lengua Portuguesa
(Brasil), La Arqueología de la Palabra y
la Anatomía de la Lengua (Mozambique), entre otras.
De El ahora y el después de las cosas
XII
DIARIO DE
ESPERANZA
(1 de Octubre de
1991)
para este diario
de guerra
hay lagunas donde
el insomnio transborda
mas mido
palmo a palmo
poro a poro
cada pedazo de
carne que ensucia el metal del alma
un fusil un hombre
la kalash viva el
hombre muerto
hay un hombre aquí
a mi lado
este hombre tiene
una mujer violada
para sosegar
gatillos
y bayonetas coronadas
en la nuca y el dorso
e hijos casi
huérfanos
y es feliz cuando
el sol rompe de madrugada
este hombre
establece récords de vigilia
y no tiene una
pala para enterrar cadáveres
tiene una bayoneta y la paciencia germina al
anochecer
erras bajo la luna
y llama a los espíritus como puede
y mata
el arma mata
este hombre mata
y llora
este hombre aun
llora
XIV
EN EL JARDÍN
DE LA NOCHE CON ESTRELLAS DE VERANO
ahora huérfano o
castrado
perdonadas están
las naves de Da Gama
y contemplo solo
estrellas y flores donde tragaba
la humillación y
el chicote del patrón?
camino las calles
de la ciudad
en búsqueda del
subterfugio desnudo
es inevitable el
retorno
habrá fantasmas
alrededor
hay micaias en mi
cuerpo
que arden como
minas
cansadas de los
silencios
cuando sueño
alegrías
enciendo una vela
en el pecho
sobre el
candelabro del corazón
y vuelvo a
desaguar en la oscuridad
y palpo y maltrato
la agonía
en el dorso de la
noche
sin embargo no
tengo armas
para hablar de
amor
es esta la locura
de mi intención
VII
A PROPÓSITO DEL Q8
No serán las
viudas las verdaderas heroínas del napalm
y los huérfanos
del festín los bobos de las guerrillas?
y cuando los
hombres despierten de la locura del gatillo
las bayonetas
servirán para pelar papas
en la madrugada
más frenética para el caldo de la alegría
después con el sol
a pino y democrático como siempre
estará erguida la
estatua del diálogo universal
de la cabeza a los
pies y traerás barro
para los contornos
de la felicidad a los cachos
y en el lugar de
cánticos danzaremos himnos
y tus cabellos
serán pétalos roba colores
mansos como las
noches de verano Indico
XIX
NUESTRO LENGUAJE
hablo de él –el
hombre que camina
del camino que
sigue sobre piedras y vacíos
paredes de soledad
el mundo que desvanece a su alrededor
hablo de él –el
hombre que arranca la angustia del corazón
y la entierra bien
hondo pies firmes juntos sobre la tierra
hablo de él –el
hombre que siembra en el hueco oscuro de su yo
el conuco que ha
de nacer un día
maizal de oro sin
fin al amanecer
una anciana que
sonríe en el dolor de parto de la colecta
un sol de niños
que muestran la belleza de la alegría
instalada en sus
rostros –hablo de nosotros
de Piel del Rostro (inédito)
I
antes del habla
era el silencio
y la mímica de tus
ojos callados
tímidos los labios
en sordina
las manzanas en el
relevo de tu rostro
II
quiero aprender de
tus manos
saberles las
líneas
seguir esa memoria
y tener para ti
una tarde de agosto
IV
de la mata suenan
manchas de una melodía embriagada
mezcla de batuque
y bruma y transe
la madrugada torpe
la luna ojal que
llueve plata
VI
presente en mi
propio enredo
la máscara del
baile expuesta a la lluvia
y mi camaleón
tiene todos los colores
unas veces es
camaleón otras no
IX
nacer para
encallar en los punteros del tiempo
los sueños
callados yéndose por el desagüe abajo
vivir en paz sin
poder bajar la guardia
la muerte de los
otros para irme calentado el consuelo
de Los aromas esenciales
AR
Ya no cabe en el
pecho todo el humo
atragantado por
los días de los puchos fumados
de los odios que
puedo dejar para luego
sofocan las ganas
de gritar
noche adentro al
sereno
hasta tener el
próximo aliento
estar vivo vivir e
intentar vencer
espuma y baba
escurren por la boca
el suspiro trabado
en los labios
que se niegan a
besar a amar
a susurrarte que
aun vivo existo
y tirar todo al
abandono
presiento el
abismo la nausea
el espasmo ante el
extremo suspiro
la saeta enterrada
de un lado de la cabeza
MARCEL KEMADJOU (1970, Douala, Camerún). Es mercero de profesión; Coordinador de la asociación Libro Abierto y
del festival Internacional de Poesía 3V, desde 2007 reúne anualmente a poetas,
artistas visuales y músicos sobre un mismo escenario de encuentros e
intercambios. Habla y escribe el Medumba, el francés, el inglés y el español.
Igualmente ejerce como traductor literario. Publicó varios libros de poesía,
tanto individualmente como en antologías. También es cronista y participó en
numerosos festivales en África y América Latina.
Diez palabras para cantar los orígenes
1
He aquí lo
que decía el padre, el padre del padre, el padre del padre del padre… He aquí
lo que cantaba la madre: Antepasado, Antepasado, Supremo, ¡oh! Supremo. Supremo Antepasado que respira del
otro lado como la fuente que alimenta el arroyo… Supremo Antepasado, soy el
final de la bola de hilo que tú tienes en la mano y que la espuma del destino
desenrolla a través de los mundos. Soy esa gota de agua extraviada en la arena
pero que nunca se separará de la inmensidad. Camino adelante y mis pasos
describen una rueda que se tornará hasta ti, oh Supremo Antepasado ya que eres
tú quien vendrás a besarme, abrasarme y absorberme cuando los vientos de las
reflexiones dejarán de agitar el mar de mis saludos consagrados, cuando tu sal
habrá terminado de corroer el peso de mis naufragios, cuando la gota de luz que
tú me dejaste en herencia será feliz de apagarse en ti.
2
He aquí lo
que recita la boca de la eternidad, he aquí la palabra que los oídos del tiempo
transmitieron hasta el poeta; hasta su corazón lleno de esperas: el gran árbol
detiene el viento, las nubes se alzan sobre la copa de la montaña, la flor
invita al sol en su corte delicado, la llama de la noche mordisquea la
oscuridad, la estrella le repite a la noche las melodías que acarician a la
luz… el hombre solo camina con la cabeza caída, él solo amarra sus ojos a las
hojas muertas que ensucian el suelo de la fraternidad, él solo tiene miedo de
reconocerse en la mirada del próximo… en vez de eso trabaja, gana su vida y
olvida el escuchar la voz amiga que arrulla con el viento, se desmaya en el
brote bienaventurado del origen antes de ser llevado por el río que moja los
pies del poeta.
3
He aquí el momento de aceptar la ofrenda de la
fuente. Es feliz de brotar al canto de la codorniz. La hierba muerta acepta la
inmovilización de los pasos en un susurro monótono. Las ramas del árbol están
cargadas de agua que baja para regar los rostros del rocío.
Y el poeta llega en el centro del bosque
sagrado. Hay un árbol. Un árbol que el cielo pide prestado para descender sobre
la tierra; un árbol del que la tierra se sirve para lanzarse sobre la cama del
cielo. El poeta ofrece el aceite que lubrica a los mundos y les permite bailar,
él ofrece el vino que abre los ojos que se encuentran detrás la cabeza y se
entera de que la fuente es la puerta que se vincula entre los dos mundos.
La mañana abre el ojo congelado por los ritos.
Una puerta se abrió por donde el sol se ofrecía a la tierra y el poeta no puede
impedirse el ofrecer a su vez su primera sonrisa a cambio del rayo de alegría
que su corazón acaba de aclamar.
Queda recorrer el valle de dioses, el jugar
donde las mariposas robaron a las flores los secretos de su belleza para
empapar sus alas. El agua desciende de la montaña con murmullos graciosos. La
fuente es la mensajera de los silencios que se hacen palabra, la mensajera de
las palabras mudas que se hacen canto.
4
Como un alumno que levanta el dedo para pedir
la palabra al maestro, también el mar lanzó una ola hacia las alturas para
indicar que desea tomar la palabra. Y por ello dice: soy este instrumento de
música sin forma solamente como la luna, la madre de los meses del año, que
juega a su conveniencia. El día me calentó para concederme… El que yo también
tengo mis amores.
La marea es la portadora del correo que
deposita en el buzón de la paya todas mis cartas de amor. La misma marea me
informa de los cumplidos de la playa… Las impresiones de los caminantes y
nadadores, los cantos de los pescadores que reparan sus redes, las
desesperaciones de los corazones que vienen a confiar sus miserias al
horizonte, los cansancios de las piedras que riego, los rostros felices de los
mal encarados, las ofrendas de las manos que frotan las puertas del más allá,
son tantas las frases de gratitud que no estaré nunca cansado de leer.
5
La nube se sienta sobre la montaña; el trono de
la montaña es el valle…
El
hombre está sentado dentro de la casa… El poeta, está parado; sus nalgas
descansan en la nube y su cabeza indaga los lejanos fuegos. Aprendió a escribir
con sus pies, a decir con su corazón y siempre se ha ido a la conquista de esa
belleza envuelta en el polvo milenario que lo llama por el nombre que la Palabra sopló en el seno de su
madre mucho tiempo antes de su nacimiento. Lo que dice el poeta no se aprende
calentando las nalgas sobre los bancos de escuela, lo que sabe no pertenece a
ningún libro ya que cada cosa habla de sus sueños y vienen a él pasando por los caminos de su mirada. Él no nació el
día de su nacimiento. Ha nacido el día en que supo que la vida es el canto de
las diferencias que bailan juntas en la plaza de los encuentros.
El aquí el que se va siempre, valeroso poeta.
Se va como el arroyo que podemos desviar pero que nada puede detenerlo… Viene
antes del tiempo y todo es para él un pretexto para parir la belleza. Cada
pelotilla de caca lanzada sobre su cara por los intestinos de la prueba y la
calumnia son abonos para su pensamiento y semilla para su corazón fértil. Está
siempre de pie; aunque duerma
permanecerá de pie más allá de la tumba, como la montaña que acoge a la
nube.
6
“He aquí mi saludo”, afirma el poeta. Y he aquí
el canto del gallo que lo acompaña. He
aquí el himno del pájaro que lo tiene guardado en lo más profundo del pecho… El
himno que lo lleva aun más lejos, sobre las alas de las cuatro direcciones.
En la estación, el poeta está sentado sobre el
bolso que contiene lo necesario para poder cruzar la vida sin el tumulto de la
preocupación. Saluda a todos los que pasan y que como él tienen la forma de una
botella llena que se desplaza. Los dedos de su mano izquierda son demasiado
numerosos para decir el número de personas que responden a su saludo. Quizás el poeta no es más que una escultura colocada
allí para dar alegría a las paredes poco atractivas de la estación. Una de esas
botellas humanas se detiene repentinamente cerca de él. Contento se dice que lo
confundieron con un mendigo (lo que podría considerarse como un honor). ¡Pero
qué decepción! Esa botella humana observa el afiche publicitario que está sobre
la cabeza del poeta y se desmaya como el gas de una flatulencia.
7
Acabamos de decir que la muerte salió de un
pozo sin agua para entrar en la casa. ¡Goddy! ¡Goddy Leye! Hemos recordado que a la muerte también le
gustan las bellas flores y que eligió arrancarle a la amistad uno de sus
elementos más preciosos, su corazón grande como la tierra. ¡Goddy! ¡Goddy Leye!
Es con las lágrimas que se describen estos
dolores de parto por lo que acabo de
escuchar. Es con los gritos silenciosos que destroza mi pecho vomitando estas
palabras sobre una hoja blanca como la túnica con que visten a los muertos. ¿Si
el amigo había sido una montaña habría podido cerrar la vía a esa cosa? ¿Si
había sido polvo habría podido tapar esa cosa?' ¿Si había sido cuerda habría
podido colgar esa cosa… lo que él llama muerte y que ha venido a la casa para
robarle la mano de la amistad?
"Un día mataré a la muerte", decía el
niño que creía que la muerte vivía en la
gran sabana y que bastaba con ser un debutante cazador para ir a su
encuentro. Acabamos de dar la fecha del día en que los comedores de cadáveres
irán a depositar el cuerpo en la herrería del tiempo.
El amigo
está sordo del dolor. ¿"Cómo morimos?" "pedía el mismo
niño." ¿"Como el mes que muere en este momento, vuelve de nuevo el
año siguiente?" ¿"Qué voy a decirte, niño?" ¡Ven! Alejémonos de
esta noche atormentada por el dolor y las preguntas. Vayamos a visitar al sol
que acaba de salir de la noche ya que la muerte, al igual que todas las
fuentes, es una puerta.
8
Esperaba desde el día anterior al que no vino…
El poeta igualmente estaba en la plaza del
barrio y también esperó en vano. Un gran pedazo de pena hizo caer su corazón
hasta sus pies, su cuerpo impedido por esa carga se arrastró hasta su casa.
Olvidando los cantos, los rezos, las danzas que avivaron a la asamblea transportaron las miradas más allá de las
palabras y sueños.
El poeta está sentado delante de su casilla y
no oye todos esos ruidos de la noche que le recuerda a los muertos que no están
solos y cuenta a los vivos la historia de los mundos. La luna era tan grande y
tan majestuosa que parecía flotar entre mis ojos y el cielo carente de
estrellas. Los perros que ladraban parecían hacerle confidencias, el viento
pesado y lento se deslizaba sobre la piel en pasos. Aquella a la que el poeta
y la asamblea esperaban nunca llegó.
Y de súbito…
El poeta había abandonado su cuerpo sobre una
silla y, con sus ojos fijos, se dejaba ir al olvido de todo.
Y de
súbito…
El pecho del poeta se abrió como una casa
sacerdotal que debe acoger huéspedes de marca. Y aquel que todo el mundo
esperaba entró. No tenía cuerpo, él era de fuego ardiente que disipa la noche,
él era el canto que alimenta la vida, él era silencio intraducible.
9
Una puerta se abrió y el poeta no vio nada.
¿Una vieja puerta? Quizás… El poeta la oyó resonar al fondo de la noche; en
alguna parte en medio de la noche; en el granero o en el techo… quizá incluso
más allá de las cortinas que separan lo que los ojos pueden atrapar y lo que ni
siquiera logran sospechar…
El poeta oyó el ruido de una llama encendida
sin la ayuda de una mano. Esta llama había venido a abrirle los ojos para que
vea; para que distinga los colores del aire que inspira y expira, para que oiga
los cantos de las palabras que corren hacia él descifrando los símbolos y
comprendiendo que la frase enérgica está lista.
Parece que es la puerta del tiempo… el tiempo,
ese viejo amigo fiel y eterno del poeta; ese amigo que lo acompaña por todas
partes y que él muestra cómo mantiene la pipa de todas las meditaciones en la
esquina de los labios, cómo se hunde en su brasa bienaventurada, cómo pasea su
atención en el valle de las edades y en los bordes de la montaña un momento
antes de abrir la boca para decir con felicidad que los cantos nunca fueron
entendidos antes de esta hora.
10
El niño llora, el poeta rehace las cunas.
El pájaro se posa, la palabra se dibuja sobre
la arena caliente de dolores masticados desde muchos años. Es necesario quitar
este suelo árido para ir a donde la alegría florece y se cosechan
abundantes frutas llenas de los olores
del maravilloso paraíso.
EL pájaro vuela, el niño mira delante de él, el
poeta duerme con los ojos abiertos.
EL día dice, repite a las nubes que traten de
robarle a la tierra sus etéreos placeres que… que la belleza es la madre de la
palabra y el avenir de los cantos guisados en los sillones del dolor.
He aquí el pájaro. Se convirtió en un punto
negro que baila en el lejano campo de mi mirada y que comparte con el horizonte
la ligereza de las palabras que desvanecen la respiración y que ahora son las llamas del poeta que
cocina la vida en el fuego del amor y la da a las manos siempre entusiastas del
niño que no deja de jugar los juegos que lo divierten de día y de noche.
PIERRE LA PAIX (1987,
Dibombari, Douala, Camerún). A
temprana edad influido por la lectura de Flores
del Mal de Baudelaire (a quien considera su padre espiritual), La
Paix ya había redactado una buena parte
de sus textos. Con la recopilación Laúd y
Lira recibió el 1er Premio de poesía Rondine en 2005. Dos años más tarde, el Gran Premio Nacional de Poesía Patrice Kayo
con el poema “Mi País”. Es coautor del Proyecto Colectivo de 20 Poetas
Francófonos publicando la Recopilación El
Canto de las Lágrimas en
octubre de 2010, Ediciones Leer y Meditar (París). En 2011, publica en Santiago
de Chile la Plaquette titulada Manifestación,
Blog “Neoáfricas”, Los Poetas del 5 editora, bajo la Coordinación de Gladys
Mendía. Acaba de publicar en agosto de 2013 en Ediciones Edilivre (Francia) su
última recopilación titulada Declaraciones. Actualmente trabaja en un proyecto
titulado: Letanías Poéticas.
Después de estudios suspendidos en Literatura
Africana, hoy en día es estudiante de Comunicación en la Universidad de Douala,
ejerce en el mundo cinematográfico y
enseñanza lenguas extranjeras e
Informática.
Vuelve
de nuevo
Vuelve este pobre dolor
Escribir de nuevo en la
noche
El Poema inacabado de
los Juramentos.
Prefiero tu pluma
A la risa cómplice de
las mañanas
Que se borra a veces
sin razón.
¡Regresa! ¡Dolor mío!
A realizar el párrafo
prometido
Que mal la Luna
deletreaba.
Observa, el tono de la
marea alta
Lejos de los profundos
miedos
Sin que la espuma de la
ola se inquiete…
¡Regresa! Dolorosa
Amiga
Que me envía esa
vacante en la viudez de Nada
Cuando el amor suena a
la hora....
Poemas Inéditos 2014
Visa
de Muerte
El humano a la deriva
Deja a veces sobre la
tierra
El perfume aromatizado
de dioses
Cuando llevados por el
viento del pánico
Sus pasiones se dan
besos de despedidas
En el cruce fúnebre del
olvido.
El mal existe cuando el
bien se calla
Apagado por la saliva
de la vida cornuda
¿La infiel dificultad
no nos engaña a todos?
¡Entonces ven, pobre
remordimiento!
Lamenta conmigo la
vergüenza de ayer
Puesto que ni tú ni yo
esperamos nada.
Partir no es morir
lentamente
Sino olvidar los
márgenes del tiempo
Las líneas rojas de
nuestras lágrimas desnudas… ya que si no
El humano a la deriva
Dejará siempre sobre la
tierra
¡El perfume consagrado
de Dios!
Poemas Inéditos 2014
El regreso de la amada
El mañana no me
pertenece,
Si tú no estás lejos de
mi final,
Siempre escondido
detrás de esta horrible sonrisa
Que dice "sí"
a mi "no" y "lamentablemente" a mi "Adiós"
Yo busco,
Y busco aun en la
ausencia del tiempo,
Ese fango extraño que
se mueve o se muere sin ti
Asentada como ella, mi
paciencia se inquieta.
Todo,
Todo himno que en esta
noche canta mi muda sensualidad
Que se olvida en el oro
de la noche y
Que hieren sin frenesí
tus "te amo" llenos de ingratitud
El crepúsculo
impaciente que en esta noche me apasiona,
Se liga y se desliga
hacia el desconocido deseo
El miedo de ti…
Viene entonces el alba
clara
Que sin vergüenza me
calcula,
Con una mirada infinita
que se perpetúa
En el tiempo…
¿Qué dirán en la noche
del miedo de esta alba?
Cuando en mi espalda se
arruga mi sed de ser.
Remuevo el momento,
Remuevo el tiempo
Remuevo el estanque…
¡NADA!
Nada en esta alba me es
repentinamente familiar,
Nada en esta caverna me
es finalmente fraternal,
Y el deseo de ti,
Y la vergüenza de los
otros,
Y mi desventaja,
A las sonrisas
desconocidas,
A las locas risas sin
reconocimiento,
A sus reconocidas
risas,
Nada… ¡nada que pensar!
A la sombra de un
regreso que se adjetiva en el problema,
Me vienen de nuevo tus
peleas y tus amargas riñas.
A la hora en que el
alba sermoneaba el momento de tus llantos,
Mordiendo en el espacio
senil,
La vergüenza de esos
días y el arrepentimiento de nuestros delitos.
¿Quién tendrá en la
noche las calabazas vacías del miedo?
Cuando por la sed de
amar
¿Nuestros corazones
febriles se secaron?
La impermeable pasión
Que raja la vida en dos
Muerte súbita que
despedaza mi corazón…
Tu regreso, ¡Oh! amada,
es así que
¡Se perpetúa en la
fractura de la nada!
Declaraciones,
Edilivre 2013
Fogosos Momentos
He aquí el temblor de
mi piel;
Y mi Otro yo
insaciable,
Que de ti solo quiere
que
Desmayes súbita y lentamente.
He aquí el fondo de un
desconocido ente,
Maquinando lentamente
mis afinadas “idas y venidas”.
El vivaz huésped que me
acoge en trance,
Y los numerosos
"síes" radiantes
Que martillan mi débil
audición,
Sintiendo mis sentires
sin sentido,
Hacia un desconocido
navegar.
Tus manos sobre mi
espalda diseñaron una piel casi desnuda,
Y mí otro yo sin tregua
dentro de tu cerrada intimidad,
Extendiendo en nuestras
caras caricaturas sin voces;
El tórrido arroyo que
en el borde de tu bosque gotea,
Hermética sed al margen
de este cáliz…
Mi otro yo que me
invita hacia irreales cielos
Sufriendo el
sentimiento de abandono y tú cerrando el cilindro…
He aquí bajo los
éxtasis inventados,
Unas caricias
abortadas,
Ternuras gozadas,
Estremeciendo nuestros
cuerpos cautivados.
La voluptuosa sensación
que deliciosamente
Nos implicaba nos
abandona repentinamente;
Dentro de su volcán,
siento mi otro yo
Apagar su lava y sus
perpetuos "síes".
El está alegre…
Declaraciones,
Edilivre 2013
Horrores suicidas
A todos los mártires del 28 de
Febrero
Tengo sed
Tengo hambre
Tengo calor
Tengo frío
Tengo miedo
El miedo oblicuo que en
estos días negros inundaban mi corazón de una languidez suicida,
Hoy dibuja en mi vida
las tristes travesuras de un futuro incierto.
La amarga angustia que
en este lunes rojo torturaba mi espíritu desnudo,
Hoy deletrea las
vocales inertes de un tóxico monótono.
La lágrima ácida que en
este día quema mi débil alegría, limpiando en mi vida el horror de mis
sufrimientos aumentados…
¿Dónde?
Sí, ¿a dónde iré si
aquí me rechazan el insípido exilio?
Al margen de los malos
días,
Hemos gritado sed,
hambre y cansancio.
Al refugio de los
violentos vientos,
Protestamos nuestro
virulento despecho.
Entre aguas y llamas,
Confundimos y nos
fundimos en llantos.
Entre golpes, drenajes
y aversiones,
Tenemos náusea del
inmasticable discurso de sus malévolas rabias.
Hoy distinguidamente
pedimos déjennos partir.
Volveremos de nuevo a
este país cuando todo esté bien;
Volveremos siéntanse
seguros.
Pero déjennos partir.
Déjenme curar la herida
causada por ese perturbado,
Déjenme partir,
Morir, morir en otra
parte que dentro este antro repelente donde pululan
La desesperación y el
caos.
Déjenme ahogarme en la
ola frenética de la clandestina inmigración.
Déjenme encontrar un
asilo a este corazón cansado.
Un asilo distinto de
esta vida de perro que hasta ahora ustedes me ofrecieron.
Me voy, sin despedidas
Ni adioses ya que,
Tengo sed
Tengo hambre
Tengo calor
Tengo frío
Tengo miedo…
de El canto de las
lágrimas
Ed. Lire et Méditer 2010
Escenas de calle
Conocieron las
alegrías,
Alegrías de la calle,
De las alegrías en el
fondo de los oscuros cuchitriles a ellos legados por la vida
Conocieron las penas,
Los dolores y los
gritos,
Describir y
describirse.
Bajo el tórrido hambre
del final.
La sombra sin gusto de
soledad los vistió.
Estuvieron desnudos,
Ellos estornudaron…
Estuvieron solos,
Desnudos y solos,
Solos y desnudos,
Abandonados sobre la
tierra,
Calcinados bajo el
frío,
Y al abandono de la
vida
Respondieron su
ausencia
Al llamado del amor.
Perseguidos por el
problema
Confortados por la
noche.
Gritaron y lloraron,
Vomitaron y durmieron
Durmieron bajo el
viento del miedo
Y la sabana del pavor.
Fueron vendidos,
ensuciados,
Golpeados y traicionados
por la Calle.
Fueron, tristes niños
de la Calle.
Expulsados de la calle
de la Vida,
¡Y reanudados por la
vida de la Calle!
Manifestación
LP5 Editora, Santiago de Chile 2011
SYMPLICE B. MVONDO (Yaundé, Camerún 1976).
Maestría en Ciencias Políticas y Licenciado en Sociología. Ha publicado: Los colores de la noche, Edilivre
Aparis, febrero de 2011; 30 poemas para
decir "te amo", Edifree, 2010; Slam tu vida!, Edifree Aparis, 2010; (Con otros), Nacimientos, La espiga de centeno, Cristiano
(Maine-et-Loire), 2006; La Infancia canta
sus Derechos, Yaundé, Agbetsi, Yaundé, 2004.
de Diálogo con el tiempo
“En las calles de Gaza, un alma de niño pasea…”
El viento no dice nada
Solo murmullos
escondidos
En las sombra de
querellas
La memoria fundida
Escapa a la mirada
Hay que agarrar el mal
por la raíz
Y soltar nuestros
temores
Es necesario un buen
día
Regresar a los
sentimientos humanos
Los muros del hombre
son una ilusión
Pero en su frente
Se dibuja su humanidad
El calor del mundo no
es nada
Sin la mano que tú
puedas darme…
Será necesario ayudarte
a
Identificar el brillo
de tu mirada
En el reflejo
de mis ojos
Dentro del espejo de los
tuyos se lee una profecía:
“La humanidad dará sus
raíces solo cuando se
Derrumben los muros y
se unifiquen las razas
Los tiempos y las
edades de odios
No te enseñan nada,
solo esta
Verdad que tu rechazas
ver
Es preciso que derrames
tanta sangre
Para que finalmente
comprendas
Que ella también fluye
en tus venas?
Es necesario tener
tantos padres
Hermanos e hijos para
que
Finalmente comprendas
Que sin ellos serías un
huérfano?"
El huérfano de edades
Solo en silencio
intenta
Vendar sus heridas
Su humanidad en pedazos
Al filo de combates
estériles
Dolor de reconocer la
luz
Pues la humanidad como
privilegio
Necesita saber ser
digna
El sol finge ocultar su
cara
Enclaustrada en las
tinieblas de su ceguera
La humanidad apenas
encuentra su camino
Y es mártir de su
propia crueldad
No sabe cómo deshacerse
de sus demonios
Los caminos de la
existencia son sinuosos
Solamente el silencio
puede contener la verdad
A cada día le basta su
dolor
Y a cada siglo sus
mártires
La cosecha de la humanidad
Solo es polvo e ilusión
Los frutos del
tiempo
Tienen el gusto a
tierra
De soles de los
desiertos
Donde la amargura del
alma
Encuentra el eco de los
días de terror
Víctimas de sus propias
mentiras
La humanidad trata
nuevamente de sensibilizarse
Pero es mucho el tiempo
que el mal se mezcla en su cara
Y su alma se reviste de
tinieblas e ilusiones
El silencio de los
cementerios
Es más dulce que el de
los hombres
Ya que hay menos
comprensión
En los corazones
amargados
Que dentro de la
frialdad del cemento…
Y allá lejos en una
calle de Gaza
Un niño mira hacia el
cielo
En las calles de Gaza
Un alma de niño se
pasea
En medio de ruinas y
desesperanzas
Su infancia perdida en
ecos
Intenta reunir sus
recuerdos
Y encontrar sus sutiles
pasos de niño
¿Pero cómo reencontrar
la confianza
Dentro de este mundo
que tanto nos cautiva?
Toda confianza es ciega
Es necesaria la
valentía
Para ayudar al prójimo
Aquel que no sabe
recibir
No sabe vivir
Y el que no sabe dar
Se niega a la humanidad
Y como cenizas en el
viento
Su
alma no es más que perpetua extinción…
de Los colores de la noche
El vagabundo de las calles tristes
Sin sonreír,
Sin sol,
Soy el grito
Que obstruye en las gargantas
secas,
La lágrima
Que no puede deslizarse más;
Soy la voz
Asfixiada por el constante y duro
trabajo agotador,
La sangre
Que moja los suelos del país
enfermo;
Soy el habitante
Del mundo en mil y un llantos,
El náufrago
Del océano que se lleva mis
alegrías;
Soy aquel
Que observa sin poder reclamar,
La lengua
Rota e ignorada;
Soy la tristeza
Que tiene hambre,
El grito
Que asfixia en sus
lágrimas;
Soy el sin techo
Sin cama,
El sin sol
Quién está por las calles;
Soy la mirada impaciente
Que espía el horizonte,
La voz
Que llama en la noche…
La
desesperación de las almas perdidas
Lentamente se iba el tiempo,
Suavemente cantaban los pájaros,
Y en silencio lloraba su corazón…
En sus ojos todo su dolor,
En sus lágrimas todos sus gritos,
Y en su corazón, todos sus sueños
rotos…
Más lejos aún el tiempo se
escapaba,
Y siempre el canto de los
pájaros,
Y en su habitación, una soledad
sin nombre…
El silencio de los días sin vida,
La amargura de las horas negras,
La desesperación de las almas
perdidas…
TANIA TOMÉ (Maputo, Mozambique, 1981). Poeta,
cantora, compositora y socio-activista. Presidente de la Asociación cultural
Showesia. Ganó diversos premios en todas sus áreas como economista, poeta y
cantora. Tiene dos libros de poesía publicados en Angola, Mozambique y
Brasil: Me agarra el sol por detrás y
Conversaciones con la sombra. Tiene
varios cds de música publicados. Participa en diversas antologías
internacionales en países como China, España, Sudáfrica, Alemania y es una de
las artistas más internacionales de su país participando en diversos festivales
de música y poesía.
www.taniatome.com
de Conversaciones con la sombra
1
¿Quién seré
de lo que fui? Miraba alrededor. Y el algodón
me crecía
en la carne, deprisa como agua
en la
arena, como el sol que calienta en la choza
de mi vida.
Donde yo me exilié, yo
con mi
futuro por venir. A veces
M´bique me
atraviesa en ese pensamiento sonriendo
de maní en
los ojos, nace
conmigo en
esa angustia de esperanza. Ella
se carcajea
llena de semillas en los ojos.
Brillan
como diamantes negros corriendo
a vapor en
su cuerpo dulce. Yo y yo
nacimos una
para la otra. Digo, yo
y ella,
ella y yo, somos dos: dos en una. ¿Entiendes?
Ni yo misma
sé lo que digo, pero mi corazón duele
cuando la
ve, cuando el cuerpo de ella me sonríe.
2
¿M´bique?
Sí, es la chica de mi vida.
Sabor de
cacana. Sabor amargo, pero que hace bien al alma,
cúrame de
mí, aquel dolor de ser.
Sí, con
ella soy. ¿Soy?
Más que un
nombre,
más que una
palabra nacida de la carne.
Soy más con
el cuerpo de ella sonriéndome.
A través de
los ojos de ella, ah M´bique yo encontraba otros lugares,
millares de
ellos, goteando la lluvia que perdí.
Precisamente
ahora que el algodón también me es.
Me atravesó
otro pensamiento mientras M´bique
me
acariciaba con las palabras de la tierra,
sí,
aquellas que yo quería. Libertad.
¿Libertad
es? ¿Es lo que me preguntas? Es.
Mi gusto en
hablar una lengua que no existe.
Me gusta el
violeta, que atropella mis ojos.
¿Te
confundiste ahora? Deja, despierta ahí
el florecer
agudo del conocimiento.
Se percibe
todo, no entendiendo nada.
3
Aprendí a
ser, de manera difícil,
siendo a
medida que crecía hacia adentro,
encogiendo
los verbos. Distorsionándolos
para creer
que si la Libertad no fuese, entonces yo
tampoco
sería. Y lo peor es que también no estaría solo.
Nunca nadie
me enseñó a nacer, tuve que aprender
solo, ni mi
propia madre me nació.
Cuando yo
nací mi madre aun no había nacido,
tuve que
enseñarle a nacer.
No fue
fácil explicar a mi madre como era esa cosa de nacer
y en verdad
ni sé si ella lo logró, creo
que nunca tuvo
tiempo. Cuando despertaba hacía hijos
y cuidaba
de mi padre, después educaba
y daba de
comer. Y por eso nunca existió.
Simplemente
es, como aquel que nace para volar.
4
Yo quería
entrar hacia adentro de mí y conocerme.
Todo ese
detalle de la sangre que tiembla lento,
cuando no
existo, o cuando esperé
por la
libertad antes de mi nacimiento.
Todo ese
detalle incontrolable del embrollo
que domina
mi estómago cuando estoy nervioso.
Incluso los
golpes balbuceantes y descontrolados
de mi
corazón cuando estoy asustado,
yo quería
entrar y descubrir.
Descubrir
quién es ese yo que me controla.
Principalmente
percibir cómo consigo tener
alguien
dentro de mí. Y todavía más encima un yo,
digo un mí
que me controla. Un yo
que hace y
deshace, y si se calla me ama.
Ahora me
preguntas si yo
¿No debería
amarlo también?
No quiero
permanecer en este asunto.
¿Ya te
conté que estuve enferma del espíritu?
Pues en esa
fase me dolía todo y yo sangraba por todos lados.
Es como si
estuvieras en una recta abajo del cero,
en la zona
negativa, ¿lo ves?
Pues yo
completaba mi panorama,
intentando
volver a ser a través de lo que yo parecía ser.
Voy a poner
en negrita el parecer,
en esa
altura las apariencias eran todo para mí.
Yo andaba
en carros que no me pertenecían,
dormía en
casas que no eran mías,
y comía de
los otros. Yo era ciego,
sólo veía
las cosas con estos mis dos ojos.
¿Te vas a
reír? ¿Ya te miraste? Así despacio
lentamente
para que observes cómo te comportas.
Yo sangraba
por todos lados, como las islas.
5
Ella
volvió, me atropella los pensamientos.
Es que sin
ella yo no existo. Yo no soy.
Estoy ahora
sentada en la estera larga
y ancha de
mi vida. Las palabras
me
acarician las manos y te oigo
con el
mismo gusto antiguo de la nostalgia.
Msaho centelleante
en la voz del tiempo.
¿Qué edad
tendría M´bique?
creo que
estás por preguntarme
Ah M´bique,
hablar de ella es la emoción más completa
que vibra
en lo alto. En lo alto del grito.
En lo alto
de la estrella. Adentro.
Yo nací con
ella con toda mi confianza.
Ella es mía
y yo soy de ella, como dos peces siameses
bebiendo el
agua en el mismo cuerpo. ¿Entiendes?
Ahora que
te hablo de ella, ella corre
llena de
brillo dentro de mis venas.
Y la tierra
es madre y vientre
de nuestros
pies y manos juntos.
Tú tienes
la misma edad que nosotros.
6
Cuando te
hablo crece una luna redonda
luminosa en
el aire. Y otra luna me sale por la boca.
Y otra luna
por mis dedos. Y
muere para
yo nacer. Mi madre soy yo.
Es todo lo
que quería ser.
Montaña y
mar en la misma tapara
por donde
bebo el mundo.
Ah madre
como te agradezco por mi existencia.
¿Ya viste
cómo está ahora el tiempo allá afuera?
El cielo
está terriblemente bello, rojo redondo, las casas están
vueltas al
revés. ¿Serán casas? ¿O serán chozas?
¿Serán chozas
las casas? ¿Qué habrá venido primero?
Sé que ya
estás por mover tu cabeza,
y tus ojos
se encogieron de tanto asombro.
Pero es que
el mundo es allá afuera,
la forma
como veo el mundo, profundamente adentro.
¿Y si te
dijesen que el tiempo no existe?
Y que
nosotros estamos parados estáticos.
7
Ella es mi
encaje perfecto.
Ella es un
espejismo, bella altiva
llena de
bellas hojas caleidoscópicas
abanicando
batiendo las alas. Ellas está.
Ella está
de espalda, toda desnuda,
entera,
mojada. Ella
me entra
tierra en la madre del mundo.
8
Yo tengo
una isla dentro de mí, navegándome entero el todo, el todo.
¡Hola isla,
dentro de mí!
La resina
vive allí, entera sobre mi cabeza de cinc en los cuerpos tatuados
madrugadas
largas
y violentas
Hubo un
tiempo en que andábamos todos arrastrándonos mis cinco hermanos y yo.
Flacos,
tristes, violentos. No existíamos.
Los nervios
tensados en busca del pan. Y luchamos mucho
hasta
nacer, para existir. Luchamos
con todo lo
que podíamos, bocas, manos, pies, ojos, uñas, cabellos.
Lo
imposible es lo imposible. Queríamos salir del vientre de la madre.
Y sufrimos
hundidos en la bolsa, alzábamos
las manos y
pies en contracciones violentas.
El canal
era estrecho, apretado, no era posible permanecer
mucho más
tiempo. Crecíamos y
necesitábamos
de espacio, de aire de aire de aire de aire…
¡Hola,
hermano dentro de mí!
¿Estás así
como yo, trancado dentro de una jaula
más redonda
que el mundo?
WALDIR ARAÚJO (Guiné-Bissau, 1971). A los 14 años viaja, por
primera vez a Portugal. En el equipaje lleva el premio obtenido en el concurso
literario del Centro Cultural Portugués, en Bissau. Es en Lisboa que prosigue
los estudios secundarios y académicos, sigue el curso de Derecho, y alimenta la
pasión por las palabras. Periodista desde 1996, pasa por la prensa escrita,
perteneciendo a los cuadros de la revista Valor y colaborando con varios
diarios y revistas. Desde 2001 integra la redacción de RDP –África, una
Estación Radiofónica portuguesa que emite para África lusófona. La actividad
literaria, sin embargo, no cesa. Publica, de forma regular, prosas y poemas en
sites culturales portugueses y brasileros. En el 2004 le es atribuida la Beca
de Creación Literaria por el Centro Nacional de la Cultura, de Portugal, lo que
le proporciona una investigación de varios meses junto a la comunidad de los
“Rabelados”, en Ilha de Santiago, Cabo Verde. En el 2008 publica Admirável Diamante Bruto y Outros Contos
(Livro do Dia), es la primera aventura del autor en los cuentos, después de la
colaboración con los diarios literarios brasileros Bagatelas y Rascunho. Dez Contos Para Ler Sentado, Editorial
Caminho 2012.
Despertar
Alcé la copa de vino y en un solo sorbo
Tragué la esencia de las palabras, engullí
Gota a gota, las frases deslizaron por
dentro
Sereno, repudié los rostros carentes de
aliento
Alcé la voz y solté frases crueles
Las palabras que ansiaban, escucharon,
inertes
Los gestos se inmovilizaron, ¡miradas
húmedas!
Del verbo, me deslicé entonces en los
gerundios:
Queriendo, luchando, creyendo, negando
Provoqué, invocando el miedo encubierto
De los murmullos pedí barullo, agitación
De las miradas vagas se proyectó acción
Alcé la mirada y vislumbré un cielo
nublado
El anticipo de una noche en el fondo del
pozo
Invoqué las divinidades en un parco
discurso
¡Y se hizo la luz! ¡Escogimos otro
recorrido!
IMPAR
Certezas son anclas de un fuerte querer
razones que me llevan a no seguir por ahí
a seguir distante de todo, ¡cerca de mí!
PODER
poder es no dudar y partir
enfrentar los caminos de la indiferencia
que dibujan los desaliñados y ¡ser!
¡SER!
ser así y de aquí distante
estar aquí sin unanimidad
¡ser singular para no rimar!
¡QUERER!
querer lo imposible realizar
abrazar lo diferente sin miedo
en la presencia entre iguales, ¡ser impar!
África
Son muchas las dudas que surgen
Al intentar develar tu misterio
Toda la suerte, toda la solución urgen
Pero no llegan al hemisferio Sur
Son muchas razones de tal destino
Pero ninguna capaz de justificar
Toda esta miseria, dolor y desatino
Que muchos insisten en mistificar
Son muchas las voces que claman
Gritos de dolor y angustia silenciados
Desesperos que en tu pecho inflaman
Esperanzas en ritmos acompasados
Son muchas y profundas las dudas
Diversas y vagas las disertaciones
Sobre un futuro vago en certezas
Que arrancan de las almas las ilusiones
Son muchas las riquezas que escondes
En el fondo de tu misteriosa alma
Codicia de reyes, Nobles y Condes
Pero tu gran dolor nadie calma
Son muchas las familias de tu Hogar
Lejos de tu ansiado confort
Contrariados por abandonarte
¡En busca de un extraño buen puerto!