jueves, 5 de abril de 2012

NIYONIZIGIYE CELESTIN. Poesía Actual de Burundí

Niyonizigiye Celestin que nació en 1970 es un poeta burundés que vive en el destierro en Canadá. Es Docente de francés desde hace 14 años. Se prepara a publicar su primer poemario.





HUÉRFANA DE MADRE VIVA



No soy una sonámbula. No soy una soñadora.

No soy una profeta, aún menos una hechicera.

No soy nada más que una pedigüeña del amor, Una mendiga de la justicia.



Nacidos de una  lindísima  madre que se llama Burundi; somos tres gemelos predadores.



Un día a uno de los tres hermanos le gustó acapararse nuestra madre; es así como el fuego se enciende. De los insultos a las riñas, de las riñas al combate, del combate al fratricidio.

Hija infeliz decidió humildemente ir a nacer en otra parte.

¡Oh! Mi querida madre Burundi, desde lejos te veo, más lejana de ti.

Te veo resplandeciente en el horizonte, te veo brillante mi querida madre Burundi.

Te veo rodeada de monstruos y de un gran océano de fuego que me impiden Alcanzarte.



¿Vivir? ¡No! la vida es mi inmenso enemigo.

¿Morir? ¡No! La muerte me ha rechazado. No vivo, sobrevivo, y como vegetales vegeto.

¡Dios Señor! Por favor, sálvame de la mugre, dame la alegría.



Querido Padre líbrame de este desierto de miseria donde vago ejecutando un aire de misterios de la tierra.

¡Bondad Divina! Dime tu morada, te encontraré acá y te presentaré mis lamentos.

¿Dónde estás? ¿Estás en el universo? Subiré las nubes, atravesaré el sol, subiré las paredes de la luna para verte en tu morada y presentarte mis gemidos.

¿Te encuentras en el centro de la tierra? Me hundiré al fondo de los océanos,

Atravesaré el núcleo de la tierra para encontrarte en tu morada y presentarte mis lloriqueos.

¿Bondad divina por quién me tomas?

Hay en este mundo una criatura tan desdeñada, tan desheredada, tan despreciada como  yo. Enséñame en el mundo un animal que no tenga casa. Enséñame en el mundo un objeto sin propietario.

¿Dios Señor, por qué me has separada de mi madre antes del destete? ¡Necesito aún tu leche materna!

Los pájaros van a Burundi y regresan sanos y salvos. ¿Señor soy yo menos importante que las aves de corral?

¿Los ríos corren en Burundi y salen sin problemas, Dios Señor, soy yo menos importante que el agua?

El sol y la luna viajan en Burundi con toda seguridad. ¿Dios Señor soy yo menos importante que los astros?

El viento sopla libremente en Burundi, desde el norte hasta el sur, desde el oeste hasta el este como si fuera a casa de su madre. ¿Dios Señor soy yo menos importante que el soplo?



Queridos hermanos africanos no me llamen extranjera, estoy en mi país “África.”

Raza humana no me llame extranjera, yo estoy en mi país “planeta Tierra”.



Querida madre,



no me gusta ser llamada huérfana mientras que vivas todavía.

Escríbeme sobre las hojas de los árboles, el viento me la mandará.



Traducción al castellano de Marcel Kemadjou.